jueves, 2 de junio de 2011

*Buscando-te*.

Después de girar mil veces  mirando la luz del foco del parque como se encendía y se apagaba, comencé; a caminar desde el verde pasto hasta la rejilla de él, rodeándola, siguiéndola como buscando su fin, pero no; caminaba mirando la arenilla, lento, muy lento,  con las piernas letargosas; con mi teléfono en una mano... y en la otra una rama de algún árbol o arbustillo que encontré en algún lado; tac... suena, el choque de la rama con la reja... no paro de hacerlo sonar; y a medida que avanzo el sonido se hace más frecuente y menos doloroso el silencio. Me distraigo un segundo; un tipo viene en bicicleta, viene en dirección hacia mi… no le puedo ver el rostro;  ya está oscureciendo y mi vista no es de las mejores.
A lo lejos se ve… hermoso, pero a medida que se acerca a mí su belleza va cambiando, se vuelve  más humana, humana como yo. Me detuve un segundo, el segundo que él paso por mi lado, me detuve solo por el viento; el viento que me arrojó, junto con un poco de polvo que levanto con la rapidez que paso; esperando sentirlo, sentir algo más, más que el olor a tierra húmeda, quería sentirlo a él; pero creo que sentí absolutamente nada.
Volteé a verlo...,  me volví cuando mi vista ya no lo pudo seguir, volví a caminar.
mire mi reloj de mano, pero no vi la hora; ya estaba obscureciendo, tac sigue sonando la reja, lo había olvidado; mis dedos se  comienzan a dormir por el frio, mis mejillas están ruborizadas, sigo caminando sin sentido ni dirección, fingiendo que tengo destino e incluso futuro, pero sé que solo lo hago para hacerme creer que lo hago, o que lo pienso,  cuando en realidad... solo pienso en que no sé qué pensar, no sé qué decir, no sé qué  hacer... ni si quiera se que sentir...; me detengo.
Me recuesto en el único banco que queda debajo de los almendros, ya es de noche...  hay luna nueva,  el cielo está limpio gracias a las lluvias de días atrás, las estrellan brillan más que de costumbre hoy, cruzo los brazos bajo mi nuca y mis piernas se duermen, ya han andado bastante, dejo caer mi bolso bajo la banca; nuevamente comienzo a pensar; a dudar.
Mis ojos se comienzan a cerrar lentamente, ya estoy al borde de la inconsciencia… el cansancio y el sueño me envuelven y mi mente actua...   Pienso de repente en alguien que creo conocer, algunos le llaman Dios, otros no lo sé… me quedo meditabunda ante un cielo completo para mi…pienso que, quizás las respuestas a mis preguntas…
 Quiero que tú, inclines tu oído para escucharme… tú, el creador de todo, todo lo que veo y todo lo que toco, todo lo que amo y todo lo que me confunde, todo lo que beso y  lo que me acaricia, todo lo que me mira y lo que me habla, todo lo que se queda y lo que se marcha… quiero que me escuches, quiero que me hables y poder oírte, sentirte a mí lado.
Quiero ser la bailarina de lo que algún día sueño tener, y recibir rosas rojas cuando se baje el telón de mi vida… y cuando ya no pueda inclinarme a agradecer los aplausos de mi obra, saber que estarás ahí conmigo.
Ups, despierto de mi, un perrito me lamio la cara…creo que es hora de caminar a casa, mi teléfono comienza a sonar, me buscan, lo más probable es que me encuentren, nunca había pasado la noche en un parque, los rayos del sol me tostaron la mirada… mamá y papá me mataran, pero mi vida no termina ahí…tomo mi bolso, me lo cruzo, guardo el teléfono en el bolsillo de mi chaqueta y tomo mi ramita; tac, vuelve a sonar la reja mientras la recorro nuevamente, pero esta vez  sí busco algo, con un sentido y una dirección…busco y busco, igual que al principio, pero ahora sé lo que busco, la salida.
Nassca Alanna <3!

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